viernes, 4 de mayo de 2007

Democracia en Cuba

A ver qué os parece esto
Es otra forma de hacer las cosas... pero, ¿mejor o peor? Lo que está claro es que no dejan la opción de que unos listos vendan el país a otros más listos todavía. Y lo de poder romperle las piernas al delegado que votaste no tiene precio... ¿que no?

Glenn Gould toca las variaciones Goldberg

Para esos sibaritas a los que no les gusta David Summers, ahí va esto. Prometo dejar esto de las flipadas tecnológicas y no volver a colar un nuevo programita en bastante tiempo.

A mis treinta y dos años




Tengo el gran mérito de poder contaminar, pitar e insultar al volante. Bueno, también divertirme como loca en carreteras desiertas, ceder el paso civícamente a los que se incorporan y respetar los pasos de cebra escrupulosamente.

jueves, 3 de mayo de 2007

Hombres G


Los Hombres G os molan, eh viejunos?





miércoles, 2 de mayo de 2007

lunes, 30 de abril de 2007

Prenzlauer Berg: debajo de la playa está el asfalto

Gabriele K., una mujer de 46 años, dejó abandonados desde el pasado verano en un piso de cuatro habitaciones en el este de Berlín a sus cuatro hijos, el mayor de 12 años para irse a vivir con su novio. Los vecinos no se enteraron de nada, tampoco en la escuela o las autoridades encargadas de velar por la infancia. El hijo mayor se encargaba de llevar la casa, pero al final la porquería le desbordó y expuso la situación ante un asistente social.
Nadie se explica lo ocurrido. El barrio berlinés de Prenzlauer Berg es la zona de moda para vivir en la capital alemana. Se dice que tiene la cuota de natalidad más elevada de Europa por el gran número de parejas jóvenes que se establecieron allí tras la caída del muro. Ayer, en un día del todo veraniego, las calles del barrio estaban llenas de padres con niños pequeños y mujeres embarazadas. En medio de este idilio cuatro hermanos de 12, 11, 9 y 8 años, dos niños y dos niñas, han vivido casi un año abandonados por su madre. Según parece, la mujer sólo pasaba de vez en cuando para dejarles algo de dinero para comer, unos cinco euros a la semana. Con eso compraban pan y margarina que fue la base de su alimentación.

Un curtido policía aseguraba que a duras penas pudo controlar las lágrimas al conocer el caso: "Ese niño asumió la responsabilidad en una situación difícil de una forma en que muchos adultos no habrían sido capaces de hacerlo. Lo que pasaba por las cabezas de los niños sólo podemos suponerlo. No me cabe en la cabeza que una madre sea capaz de esto". Los agentes encontraron los muebles cubiertos por telas de araña; en la nevera había una masa indefinida podrida y llena de moscas; la cocina hacía meses que no se utilizaba; los platos en el fregadero también estaban llenos de telas de araña; no se encontró ni rastro de comida adecuada para niños; el baño estaba sucio por completo y cubierto de excrementos.

La directora de la oficina juvenil del distrito de Pankow, Judith Pfennig, declaró, según el diario berlinés Tagesspiegel, que se ha abierto contra la madre, que se encuentra en paradero desconocido, un sumario por incumplir el deber de asistir y educar a sus hijos. Explica Pfennig que en la cita con el niño, a la que no se presentó la madre, "cada vez contaba más cosas y tuvimos claro que había que entrar en la vivienda con la policía".

Se justifica Pfennig con que ni los asistentes sociales, ni los maestros se enteraron de lo que ocurría: "Los niños acudían con regularidad a la escuela, no estaban desnutridos y en los días fríos iban abrigados". Supone la funcionaria que se alimentaban porque tenían algún tipo de contacto con la madre. Como explicación de la conducta de los niños de no denunciar la situación, explica Pfennig que los niños apoyan a sus padres hacia afuera cuando no les va bien, "hacen todo para que no se sepa que su madre es una mala madre".

Los casos de abandono de niños y de malos tratos se han incrementado en los últimos tiempos. De 255 en 2004 se pasó a 582 el año pasado.