sábado, 1 de marzo de 2008

Documentales rojerillas

He encontrado una página que tiene un montón de links para descargarte documentales con Pando. Es http://docuselrond.blogspot.com/ y lo bueno es que como no necesitas Emule, en 3 ó 4 horas están descargados. Si no la habéis visto ya, recomiendo la entrevista con el secretario de defensa norteamericano durante la guerra de Vietnam Robert Mcnamara. El documental se llama The Fog of War. Muás.

jueves, 28 de febrero de 2008

Los grupis somos así

Ayer pasó algo grande.

A un lado se podía leer, junto a la publicidad de Pepsi, “Ejército de Guatemala: Liderazgo y Disciplina”. Al otro lado se podía leer, por un lado “Estadio de Ejército”, por el otro, en un cartelón enorme de publicidad, “Qué ricos los huevos”.

Con este panorama y con un fresquito impropio de estas latitudes (cambio climático o publicidad engañosa) esperábamos a que empezara el primer concierto de Silvio Rodríguez en Guatemala. Después de la última experiencia, en el concierto del PCE, la verdad es que no las teníamos todas con nosotros. Para los que no estuvieron allí contarles que el muy bellaco se cantó el último disco que acababa de sacar (creo que era Expedición) desde la primera hasta la última canción y luego se piró. Con el consiguiente cabreo generalizado. Su bordería es tan indudable como su talento.

Así que ahí estábamos, en el Estadio del Ejército de Guatemala (grandes carniceros centroamericanos) y con la duda de por dónde saldría Silvio.

Salió. Ovación generalizada. Dos palabras y empezó a cantar…. ¡El Necio! Toma ya. Con dos cojones. Toda una declaración de intenciones. La primera en la frente. La letra no tiene desperdicio.

El concierto avanza. Toca algunas muy conocidas y otras menos, pero en general todo el mundo muy contento. No se ve una mierda y el sonido es objetivamente mejorable. Pero da igual. Se está tirando el rollo el compañelo.

De pronto, a mitad del concierto, presenta una canción en homenaje a Los Cinco para lo cual se suelta un panfletazo de puta madre. Maravilloso, un alegato antiimperialista impecable. Como si hubiera metido un golazo, el Estadio se viene arriba. ¡Viva Cuba libre! ¡Viva Fidel!.... en una palabra, d’abuten.

A estas alturas, la petaca que llevábamos de ron se seca. Nos sirve para engañar al frescor tropical. Después de dos horas la cosa se está acabando. Pero aún tiene una bala en la recámara (este tipo de bromas, por aquí, tienen otro significado), Pequeña serenata diurna. Otra vez, ¡toma ya! Vivo en un país libre, cual solamente puede ser libre…

Ayer Silvio se portó. Fue un conciertazo.


¡Salud y República, compañelos!