miércoles, 12 de agosto de 2009

Bananas

por Enric González

Ya sé lo que están pensando. Bueno, no, no sé lo que están pensando todos ustedes. Sólo me permito suponer lo que piensan aquellos viciosos impenitentes que, en pleno agosto, siguen tragándose las noticias que supura la política española. Piensan que esto es un asco, ¿no? De acuerdo, lo parece. Pero reflexionemos un momento antes de acusar a nuestros políticos. Quizá las cosas no sean tan lamentables como parecen. Quizá haya una buena intención detrás de todo el barullo.

Veamos. Tenemos un desempleo intolerable y una economía hecha polvo. Tenemos un montón de narcotraficantes. Tenemos la banda terrorista más cutre del mundo y policías asesinados en la isla donde veranea el jefe del Estado. Tenemos en esa misma isla unos políticos detenidos y esposados por presunta corrupción, y liberados poco después tras pagar la fianza. Tenemos muchos otros políticos acusados de corrupción, pero no esposados.

Tenemos un presidente regional acusado de venderse por cuatro trajes al que la justicia no considera necesario procesar. Tenemos un Gobierno que sí quiere que se procese al presidente regional. Tenemos un Rajoy que acusa al Gobierno de montar una "inquisición" contra la oposición. Tenemos un Trillo que dice tener pruebas de que el Gobierno espía a la oposición, pero que no las enseña porque los caballeros no hacen esas cosas. Tenemos un Gobierno que exige a la oposición que acuda al juzgado de guardia. Tenemos un Rajoy (otra vez) que dice que ya veremos.

Tenemos música pachanguera, sexo fácil y un calor de espanto. ¿No les sugiere nada todo esto? Pues claro. Nuestros políticos, que saben que este año vamos justos de pasta, han querido regalarnos un veranito en Centroamérica, un veranito bananero de los de verdad. Disfrutémoslo: en cuanto acabe agosto, nuestros políticos volverán a su habitual sensatez y a su intachable gestión de los fondos públicos.

(Que no se moleste ningún centroamericano, por favor. O, si se molesta, que haga como los políticos españoles: una declaración incendiaria y hala, a seguir de vacaciones).

martes, 11 de agosto de 2009

Tutorial claro y distinto

Diréis que soy un colgao, y diréis bien. No he podido evitar colgarlo, lo explica tan bien!

lunes, 10 de agosto de 2009

Lectura para el verano (o para después)

"Ya no tenía motivo alguno para levantarme cada mañana. Mi estudio estaba en el ático de un pequeño edificio de 3 plantas de 9th street; tenía un tragaluz en el techo, una cama grande en una esquina y un teléfono sobre el suelo.No había ningún otro mueble, ni siquiera reloj. No sabía qué hora era, ni tenía especial interés en saberlo. Mi capital se reducía a una moneda de 5 centavos. No pensaba moverme hasta que sonara el teléfono y alguien me invitara a almorzar o me ofreciera un trabajo, o al menos un préstamo. El teléfono, sin embargo, se resistía y mi estómago empezaba a protestar. Supe que cualquier intento de seguir durmiendo sería inútil.
Me di la vuelta en la cama y vi que la casera había echado 3 cartas por denajo de la puerta. El único correo que había recibido en las semanas anteriores habían sido facturas de teléfono y electricidad. La misteriosa 3ª carta me hizo salir de la cama.
Como era de esperar, una de las cartas era de Consolidated Edison, compañía eléctrica. La 2ª venía del Departamento de Justicia, me informaba de que yo, Robert Capa, ex ciudadano húngaro y actualmente sin nacionalidad definida, pasaba a ser considerado por la presente un potencial enemigo extranjero, y como tal debía entregar mis cámaras, objetivos y armas de fuego, además de solicitar un permiso especial si quería alejarme a más 15 millas de Nueva York. La tercera carta era del redactor jefe de la revista Collier´s. Me decía que Collier´s, después de haber valorado mi portfolio fotográfico durante 3 meses, había llegado a la conclusión de que yo era un gran fotógrafo, que estaría encantado de encargarme un proyecto especial, que me habían reservado una plaza en un barco que salía hacia Inglaterra en 48 h. y que adjuntaba un cheque de 1.500 dólares como anticipo."
Ante la tesitura de elegir entre el departamento de justicia o el viaje hacia la 2ª Guerra Mundial, Capa decidió echarlo a suertes y tirar su única moneda al aire: si salía cruz, iría al Departamento de Justicia; si salía cara, aceptaría la oferta para ir a Inglaterra. Salió cruz, pero... "entonces me di cuenta de que en una moneda de cinco centavos no había ningún futuro y tomé la decisión de guardar (y cobrar) el cheque y apañármelas de algún modo para llegar a Inglaterra"

Espero que os hayáis picado con este inicio del libro porque resulta que el tío no sólo hacia fotos de puta madre y el relato no decae en ningún momento. El libro tiene un ritmillo buenísimo y unas frases propias de Marlowe así que si no lo habéis leído ya...¡todos a por él!
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