martes, 27 de febrero de 2007

Un clásico

Sé que much@s ya lo sabéis, pero no está mal recordarlo.

Sir Ernest Rutherford, presidente de la Sociedad Real Britanica y Premio Nobel de Química en 1908, contaba la siguiente anécdota:

"Hace algún tiempo, recibí la llamada de un colega. Estaba a punto de poner un cero a un estudiante por la respuesta que había dado en un problema de física, pese a que este afirmaba con rotundidad que su respuesta era absolutamente acertada. Profesores y estudiantes acordaron pedir arbitraje de alguien imparcial y fui elegido yo.

Leí la pregunta del examen y decía: Demuestre como es posible determinar la altura de un edificio con la ayuda de un barómetro. El estudiante había respondido: lleva el barometro a la azotea del edificio y atale una cuerda muy larga. Descuelgalo hasta la base del edificio, marca y mide. La longitud de la cuerda es igual a la longitud del edificio.
Realmente, el estudiante habia planteado un serio problema con la resolucion del ejercicio, porque habia respondido a la pregunta correcta y completamente. Por otro lado, si se le concedia la maxima puntuacion, podria alterar el promedio de su año de estudios, obtener una nota mas alta y asi certificar su alto nivel en fisica; pero la respuesta no confirmaba que el estudiante tuviera ese nivel.

Sugeri que se le diera al alumno otra oportunidad. Le concedi seis minutos para que me respondiera la misma pregunta pero esta vez con la advertencia de que en la respuesta debia demostrar sus conocimientos de fisica. Habian pasado cinco minutos y el estudiante no habia escrito nada. Le pregunte si deseaba marcharse, pero me contesto que tenia muchas respuestas al problema.
Su dificultad era elegir la mejor de todas. Me excuse por interrumpirle y le rogue que continuara. En el minuto que le quedaba escribio la siguiente respuesta: coge el barometro y lanzalo al suelo desde la azotea del edificio, calcula el tiempo de caida con un cronometro. Despues se aplica la formula altura= 0,5 por A por T2. Y asi obtenemos la altura del edificio.
En este punto le pregunte a mi colega si el estudiante se podia retirar.
Le dio la nota mas alta. Tras abandonar el despacho, me reencontre con el estudiante y le pedi que me contara sus otras respuestas a la pregunta. Bueno, respondio, hay muchas maneras, por ejemplo, coges el barometro en un dia soleado y mides la altura del barometro y la longitud de su sombra. Si medimos a continuacion la longitud de la sombra del edificio y aplicamos una simple proporcion, obtendremos tambien la altura del edificio. Perfecto, le dije, ??y de otra manera? Si, contesto, este es un procedimiento muy basico: para medir un edificio, pero tambien sirve. En este metodo, coges el barometro y te situas en las escaleras del edificio en la planta baja. Segun subes las escaleras, vas marcando la altura del barometro y cuentas el numero de marcas hasta la azotea. Multiplicas al final la altura del barometro por el numero de marcas que has hecho y ya tienes la altura. Este es un metodo muy directo. Por supuesto, si lo que quiere es un procedimiento mas sofisticado, puede atar el barometro a una cuerda y moverlo como si fuera un pendulo. Si calculamos que cuando el barometro esta a la altura de la azotea la gravedad es cero y si tenemos en cuenta la medida de la aceleracion de la gravedad al descender el barometro en trayectoria circular al pasar por la perpendicular del edificio, de la diferencia de estos valores, y aplicando una sencilla formula trigonometrica, podriamos calcular, sin duda, la altura del edificio. En este mismo estilo de sistema, atas el barometro a una cuerda y lo descuelgas desde la azotea a la calle. Usandolo como un pendulo puedes calcular la altura midiendo su periodo de precesion. En fin, concluyo, existen otras muchas maneras. Probablemente, la mejor sea coger el barometro y golpear con el la puerta de la casa del conserje. Cuando abra, decirle: senor conserje, aqui tengo un bonito barometro. Si usted me dice la altura de este edificio, se lo regalo. En este momento de la conversacion, le pregunte si no conocia la respuesta convencional al problema (la diferencia de presion marcada por un barometro en dos lugares diferentes nos proporciona la diferencia de altura entre ambos lugares) evidentemente, dijo que la conocia, pero que durante sus estudios, sus profesores habian intentado ensenarle a pensar.

El estudiante se llamaba Niels Bohr, fisico danes, premio Nobel de Fisica en 1922, mas conocido por ser el primero en proponer el modelo de atomo con protones y neutrones y los electrones que lo rodeaban. Fue fundamentalmente un innovador de la teoria cuantica.
Al margen del personaje, lo divertido y curioso de la anecdota, lo esencial de esta historia es que LE HABIAN ENSENADO A PENSAR."

Javi-vi

2 comentarios:

  1. A mi me pasó algo parecido cuando estaba en el instituto. Aunque en vez de ser con la altura de un edificio fue sobre los "modos y maneras de hacerse un maca"... pero para eso no hay nobeles.... me cachis!!!

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  2. El primer mail de Guattari que he recibido en mi vida hablaba exactamente sobre lo mismo

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