lunes, 7 de abril de 2008

Primicia: sufrí un ataque fecal en Lavapiés!

El domingo por la tarde iba yo tranquilamente paseando, era un día muy agradable y disfrutaba al caminar por las calles de mi querido barrio de Lavapiés. De repente, mi gozo a un pozo, vi una escena nunca imaginada por mí en la plaza (y mira que he visto cosas):

Ya decía yo, tarde o temprano algo pasaría con las cagadas de los caballos de la policía! uno de los habituales de la plaza....

...estaba bombardeando a uno de sus colegas de cogorza!!! el pobre estaba tan cocido (como de costumbre) que no respondía a semejante ataque indiscriminado llevado a cabo con munición nunca vista en el barrio y violando todos los acuerdos internacionales.

En cuestión de segundo me transformé en reportero de guerra y comencé a tomar instantáneas de la agresión. Ahí comenzaron los problemas!! el agresor descubrió mi posición y tras varios avisos que ignoré comenzó un bombardeo masivo. Afortunadamente toqué retirada y vamos, que salí cagando leches mientras media plaza se descojonaba de risa... de mí!! qué bochorno!! lástima no haber hecho un video...

En fin, el conflicto es largo pero todos tenemos esperanzas en que llegue un día en el que se firme la paz en Lavapiés. Que está mucho mejor, eh!!? pero algunos días todo se jode...

6 comentarios:

  1. No me jodas... Saliste disparado bajo ñordas voladoras? joder, me encantaría haberlo visto.

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  2. ja,ja..¿saliste cagando leches? ¿eso como se llama en terminología militar? ¿retirada y fuego de retaguardia ?

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  3. Impresionante y estremecedor documento gráfico. La guerra bacteriológica en estado puro... la hostia puta... o mejor, la mierda puta...

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  4. Ja ja ja, te han forrado a zurullos los topedos de la Plaza. Ja ja ja...

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  5. Juas, juas, juas... la madre que parió a peneque! El zurullismo performance lavapiés 2.0.
    Menos mal que no eran de perro, porque esas se agarran más a la ropa, jajaja.

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  6. Pues os digo una cosa: me gusta tanto mi barrio que no me no pienso pirarme nunca! aunque me lluevan mierdas de caballo todos los días jajaja!
    las cosas han mejorado bastante a pesar de, ejem, estos pequeños episodios, llamémosles así.
    Me encanta despertarme tarde un sábado, comer en el Automático una fideuá e irme al Retiro a tumbarme en la hierba y leer el periódico. Eso es un lujo impagable y tendrían que vaciarme encima varios camiones llenos de zurullos para que yo renunciara a ello.

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